La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el suicidio como un problema grave de salud pública; cada año, a nivel mundial, aproximadamente 800 mil personas se quitan la vida.
En México, en un rango de edad entre los 15 y 29 años de edad, ocurren dos mil 599 fallecimientos por lesiones autoinfligidas, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Dentro de las razones que explican por qué este fenómeno se da entre la población joven, se destaca que la adolescencia, y los primeros años de la adultez, son etapas que implican grandes cambios físicos y emocionales.
En algunos casos, los jóvenes pueden llegar a sentir malestar emocional ante las diversas situaciones y factores estresantes que se les presentan, por ejemplo, ante los procesos normales de maduración, la influencia de las hormonas sexuales y los conflictos con los padres.
Asimismo, dentro de las causas que lo provocan, se indican diversos factores biológicos, psicológicos, sociales, ambientales y culturales. Entre ellos, las enfermedades mentales, principalmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol, el abuso de sustancias, la violencia, las sensaciones de pérdida y diversos entornos culturales y sociales.
Otros factores de riesgo que se mencionan son el aislamiento, salud precaria, baja autoestima, desesperanza, sentimientos de rechazo e incapacidad para resolver problemas. Algunas señales de alerta podrían ser antecedentes de daño a sí mismos, o bien avisos del deseo de quitarse la vida.
Para hacer frente a la problemática y convocar a la adopción de medidas a nivel mundial, la OMS y la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (AIPS), establecieron el 10 de septiembre como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, en el que se fomentan compromisos y medidas prácticas para detectar el riesgo y evitarlo, sin embargo toda práctica pública debe ser respaldada con la labor que se realice en los hogares.
Si has detectado algún síntoma o predictivo sobre el suicidio, siempre lo mejor será acudir con un experto, pero antes de que las situaciones lleguen a esta medida, se puede prevenir con la correcta comunicación.
Hazle saber a tu hijo que estás ahí para él o ella, lo importante es transmitir que no está solo en el mundo y que siempre podrá contar contigo.
También es importante escucharlo y tomar sus problemáticas con seriedad. Una ruptura sentimental, el rechazo de alguien, o el fracaso en lo que se proponen hacer, son algunas circunstancias que llevan a los adolescentes a medidas tan extremas como suicidarse y que en ocasiones se pueden prevenir sólo con escucharlos.
En el Colegio Indoamericano, trabajamos de la mano con los padres de familia para lograr la formación integral de los jóvenes, implementando programas que fomenten la toma de decisiones asertivas, mayor participación deportiva, cultural y académica.
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