Tal vez no te des cuenta, pero constantemente estás negociando con los demás. Desde decidir la película que verán en el cine, hasta quién hará la parte más difícil del trabajo. Como ves, las habilidades de negociación no se limitan únicamente al campo empresarial sino también incluyen al campo personal y estudiantil.
En la vida debes ser flexible, de lo contrario te desgastarás tratando de ir contra corriente en lugar de dejarte fluir. Ser inflexible y no estar dispuesto a negociar es desgastante tanto para ti como para los demás, además de dañar tus relaciones.
Al negociar cambia el concepto del “todo o nada” por el “¿qué podemos obtener ambas partes que nos deje satisfechos?”.
La negociación es la interacción entre dos o más partes con posturas opuestas en cierto tema y que quieren llegar a un acuerdo favorable.
La Programación Neuro Lingüística (PNL) es utilizada en las negociaciones porque sirve para analizar la comunicación no verbal, la cual representa el 93% de nuestra comunicación. Esto significa que por sí solas, las palabras representan sólo el 7% de lo que queremos decir.
En este campo existen al menos tres consideraciones que debes tener en cuenta:
Manejar el silencio correctamente te puede ayudar a hacer que el otro hable, simplemente manteniéndote callado, para obtener información valiosa.
Un buen negociador no reacciona. En vez de enfadarnos o reaccionar negativamente, es mejor ser proactivos y lograr un entendimiento.
Verifica si entendiste bien lo que acaban de externar repitiéndoles con tus palabras lo que dijeron. Esto ayuda a evitar confusiones y malentendidos.
En un escenario de ganar-perder, ambas partes han intentado ganar, sin tener demasiado en cuenta el resultado de la otra parte. Ambas partes pueden haber entrado en la negociación con un objetivo deseado.
Esto puede suceder cuando el lado perdedor no sabe cuál es su mejor alternativa para llegar a un resultado en la negociación, o donde sigue negociando en contra de su propio interés.
Es un escenario ideal, ya que busca que ambas partes logren el cumplimiento de objetivos dentro de sus deseos. Esto sólo es posible cuando los objetivos son compatibles, lo que favorece a ambas partes.
Ambos están contentos con el resultado por lo que es muy poco probable retroceder en un momento posterior a la negociación.
En un escenario perder-perder ambas partes conceden posiciones de negociación fuera de sus rangos objetivo. Si los negociadores no logran llegar a un acuerdo, ambas partes pueden terminar en peores posiciones que cuando comenzaron.
Si una o ambas partes no pueden abandonar una negociación, pero no están dispuestas a hacer concesiones, ambas se verán obligadas a enfrentar las consecuencias de no llegar a un acuerdo.
Para ser el mejor negociador debes seguir una serie de pasos antes, durante y después del evento.
Prepárate antes de platicar con la persona. Define qué es lo que quieres y a dónde quieres llegar.
Durante la conversación aprende a leer las señales, tanto verbales como las corporales. Pueden ser claras o no, pero debes estar alerta para leer el comportamiento del otro. De ello depende el giro que le des a la plática, puedes ver si está abierto a negociar, si puedes ser amable o tienes que ser más rudo.
Ofrece propuestas y alternativas para, en la medida de lo posible, lograr un ganar/ganar y sé claro al momento del cierre, que no le queden dudas a nadie de lo acordado.
Si es una persona con la que tienes o quieres mantener contacto, entonces busca terminar la negociación en los mejores términos y no pierdas contacto con ella.
En el colegio Indoamericano además del conocimiento académico, buscamos que nuestros jóvenes aprendan otras habilidades para la vida que le ayuden a obtener éxito en todos los ámbitos de su vida.