¿Es la UNAM la universidad de la Nación?, ¿Qué tiene para ofrecerle a la comunidad aguilucha?
El proyecto de Universidad que Justo Sierra ideó hace más de 113 años dista mucho de lo que hoy es la UNAM en nuestro presente. En aquel momento, la educación se alineó hacia los preceptos del “orden y progreso” del positivismo de la época, un estilo de pensamiento creado por Augusto Comte, en el que prevaleció la idea de “jerarquía social”, por encima de la igualdad, en el que cada hombre (omitiendo a las posibles mujeres universitarias de la época) tenía un determinado puesto social, el cual, tenía como parámetro el trabajo y las capacidades “biológicas”.
Hoy la ideología de la Universidad Nacional Autónoma de México es drásticamente diferente, pues apuesta por la libertad, los conocimientos y perspectivas tanto científicas, como humanistas, con miras a fomentar un pensamiento plural, crítico y socialmente consciente. Su mayor reto histórico ha sido comprender las profundas desigualdades sociales del país, ofreciendo una educación universitaria de excelencia a millones de egresados.
El punto nodal que debemos discutir, ¿Es la UNAM la universidad de la “Nación”? Si hablásemos de ingresos, sin duda la respuesta es un rotundo sí. La Universidad tiene para este año, un presupuesto de 52,728.1 millones de pesos, según el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023. Más que cualquier otra institución educativa del país.
Sin embargo, creemos que no todo son números. Desde el Indoamericano, sabemos que gran parte de la formación profesional de mexicanas y mexicanos del siglo XX, se le debe a instituciones como la UNAM, IPN, y más tardíamente, la UAM. Bajo esta estructura, gran parte del nacionalismo que presume la Universidad más grande de México, se centra en ser la apuesta cultural más ambiciosa en la historia del país, su presencia en todas las entidades federativas, su servicio con el Sismológico Nacional, su resguardo de la memoria en la Biblioteca Nacional, sus museos, orquestas, y hasta los premios nobel de México que egresaron de sus aulas.
Pareciera que, el servicio y la vocación, son el motor de la universidad que ha sorteado los caminos más difíciles durante los diferentes sexenios, adaptándose cual camaleón, al color del partido que impere, salvaguardando la idea de apertura a todo tipo de conocimiento, ideología, visiones y formas de pensar, manteniendo la libertad académica y el compromiso social.
Entonces, sí. ¡Sí es la Universidad de la Nación! Con muchas cosas que cambiar y mejorar, representa una de las opciones, que han sido, y seguirán siendo, una prioridad para la Nación. Es nuestra responsabilidad participar, dialogar y criticar su uso cuestionable del nacionalismo para que se apegue, pase lo que pase, a la objetividad.
Y… ¿Qué tiene para ofrecerle a la comunidad aguilucha?
Gracias a sus principios, sabemos que tiene los brazos abiertos para nuestra comunidad, y que su ideología, se apega en gran medida al pensamiento crítico que fomentamos en el Colegio Indoamericano. Son muchas y muchos los profesores egresados de sus aulas, y también cientos de universitarios que pasaron de ser aguiluchos a convertirse en Pumas.
Es posible que los futuros egresados puedan costear una educación privada, sin embargo, pensar en alguna de las facultades de la UNAM como opción, puede ser de gran auxilio económico, pensando que la inscripción semestral es únicamente de cincuenta (50) centavos. Esto podría situar a la comunidad estudiantil frente a una de las más grandes oportunidades de estudiar la universidad y usar, otros recursos, para prepararse con idiomas, diplomados, o incluso intercambios académicos.
A unos meses de poder egresar del Indo, revisar en familia la oferta de la Universidad, podría ser una gran opción, teniendo en cuenta que el Colegio Indoamericano, prepara ya para todo el estudiantado, su Seguimiento de Alto Rendimiento, Afianza, con el que podremos prepararnos para el reto del examen universitario más grande del país en el 2024.