Cansancio, pesadez o ¿flojera cuando piensas en estudiar? El Colegio Indoamericano te comparte los últimos descubrimientos de la psicología sobre la fuerza de voluntad. Conócelos.
Querer es poder
A continuación vienen resumidas las 3 principales razones por las cuales pierdes la fuerza de voluntad a la hora de estudiar y acabas fallándote a ti mismo, pero no te preocupes también te damos algunos consejos para fomentarla.
1. Cuando portarse bien nos da permiso para portarnos mal…
Paradójicamente, cuando sacas buena calificación en un proyecto, te sientes tan bien al respecto, que en seguida tiendes a olvidar que deberás prepararte para el examen, y lo que haces es permitirte un capricho.
¿A qué nos referimos? Dejas de lado estudiar y prefieres ir de fiesta, argumentando que lo mereces. De esta forma pareces de pronto no recordar si tu conducta está siendo consistente con tus objetivos académicos a largo plazo.
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El error que cometes es que en vez de focalizarte en las metas que quieres alcanzar con tus decisiones, limitas tu visión a juicios de valor sobre ti mismo de tipo “estoy siendo bueno” versus “estoy siendo malo”.
Cada vez que sientes que necesitas ejercer fuerza de voluntad, es porque una parte de ti en realidad quiere hacer otra cosa.
Para explicar tu fracaso en esta lucha interna, existe una explicación sumamente interesante y es que la mayoría de nosotros pensamos en nuestro “futuro yo” como si se tratara de otra persona, de un extraño. Y este sesgo es una de las principales razones por las que tu fuerza de voluntad se ve saboteada.
Primero, porque tu motivación a cuidar de tu “yo futuro” se verá mermado por el hecho de no sentirte conectado a ese “yo futuro”. Y en segundo lugar, porque por alguna extraña razón, tendemos a idealizar nuestro “yo futuro”.
Así, cuando hacemos predicciones sobre nuestro “yo futuro”, solemos tener la extraña e irreal convicción de que tendremos más tiempo, más fuerza de voluntad, menos estrés, etc. Es un fallo de nuestra imaginación.
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Los seres humanos podemos llegar a ser bastante cambiantes… Cuando sucumbimos a una tentación (a la que atribuimos el carácter de "prohibido" o "no es correcto"), en muchas ocasiones solemos experimentar culpabilidad. Pero en vez de que esto no sirva para conteneros, el estrés que nos produce dicha culpabilidad nos precipitará con mayor fuerza a recaer en la tentación.
Resumiendo esto: cuanto mayor sea la sensación de culpabilidad, menor será la resistencia a las tentaciones. Y la culpabilidad dependerá a su vez del significado que le des al objeto de tentación.
De ahí la importancia de ser indulgente contigo mismo porque cuantas más prohibiciones te pongas, más grande será el efecto rebote. A este fenómeno se le llama el “What the hell effect”, es decir, esa vocecita interna que te dice “ya me siento culpable así que qué importa! Ya que estoy en la fiesta, voy a seguir disfrutando”.
Piensas que sentirte mal y autocastigarte es lo que te motivará a cambiar pero lo que realmente te anima a cambiar, es cuando eres capaz de imaginar lo bueno que derivará como consecuencia de realizar una acción diferente y encaminada hacia tus objetivos, como el terminar exitosamente la Preparatoria.
Sabemos que es difícil, sin embargo, la fuerza de voluntad es un batalla que se puede ganar gracias a la práctica del mindfulness:
Así, cuando prestas atención a tu experiencia inmediata, te conectas directamente con el área del cerebro encargado de la fuerza de voluntad y esto te permite recordar tus objetivos a largo plazo.
La mayoría de las cosas que haces son irracionales, inconscientes, o automáticas. Al dotar tus actos de consciencia, ayudas a que tu fuerza de voluntad retome las riendas. Además, la ansiedad no es una variable constante, viene por olas. Así que a veces solo hay que esperar a que pase esa ola.
Finalmente lo más recomendable es pensar a largo plazo y considerar si tus acciones o elecciones realmente cumplen con esta premisa, utilizando para ello tu plena atención.
Esperamos que esta información te sea de mucha utilidad y recuerdes cómo salir de esos momentos donde hace falta fuerza de voluntad para esta nueva etapa escolar que comienzas,
¿listo para estudiar?
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