Todos los adolescentes atraviesan por un proceso de adaptación natural entre riesgos, algunos de ellos pequeños y que puede ser manejados con relativa facilidad por los padres. Sin embargo, otros pueden escalar a consecuencias severas, como lo son las interacciones con drogas, alcohol, actos delictivos, entre otros; y aunque para los padres nunca es fácil aceptar esta etapa, hay formas de ayudar a los hijos a evitar complicaciones mayores.
Una forma de encontrar cierta calma para afrontar esta edad es el hecho de que esos aspectos más preocupantes son simples signos de un lapso en el que se está aprendiendo a manejar un entorno en el que buscan mayor independencia.
>>>Conoce por qué la adolescencia es un periodo de adaptación natural<<<
No existe un libro que enseñe a ser padre, lo que en ocasiones también produce comportamientos torpes, especialmente al intentar respetar la delgada línea entre ayudar e interferir en el proceso que los hijos deben atravesar a una vida adulta. Aunque el margen de maniobra puede ser pequeño, los padres pueden ayudar a que sus hijos adolescentes eviten algunos de los peores peligros.
Estudios demuestran que cuando los padres guían a sus hijos adolescentes con mano ligera pero firme, es decir manteniendo el vínculo pero ofreciéndoles independencia, por lo general a los chicos suelen tener menos complicaciones en sus vidas.
Los adolescentes quieren aprender sobre todo de sus amigos, pero no son éstos su única fuente de inspiración. En algunos aspectos el adolescente reconoce que sus padres pueden ofrecerles sabiduría. Podría parecer que no valoran esos conocimientos, porque proceden de la autoridad paterna, pero sí toman en cuenta las lecciones que han sido aprendidas por sus padres cuando intentaban averiguar por sí mismos cómo funciona el mundo.
El adolescente, si tiene ocasión, se da cuenta de que sus padres tuvieron alguna vez sus mismos problemas y que quizá valga la pena guardar un par de cosas.
Pero aun cuando los adolescentes escuchan, no suelen hacer esos momentos fáciles. Es en esos lapsos cuando se puede encontrar consuelo en la ciencia.
Fisiológicamente, la adolescencia es una etapa que se caracteriza por una prolongada plasticidad de las áreas frontales de desarrollo tardío del cerebro, que maduran lentamente. Esas zonas son las últimas en adquirir el aislamiento graso de mielina que acelera la transmisión de impulsos eléctricos entre las neuronas..
A primera vista se diría que eso es malo; y lo que sucede es que la velocidad tiene un coste en flexibilidad. Si bien el revestimiento de mielina mejora sustancialmente el ancho de banda de los axones, es decir la velocidad en que las neuronas del cerebro se comunican, también inhibe el crecimiento de nuevas ramificaciones.
El marco de tiempo en el cual la experiencia puede renovar de la mejor manera posible esas conexiones son sumamente específicas para cada área del cerebro. Por ejemplo, los centros del lenguaje adquieren su aislamiento sobre todo en los primeros 13 años de vida, cuando el niño está aprendiendo una lengua. Al completarse el aislamiento los conocimientos adquiridos se consolidan, pero resulta mucho más difícil adquirir otros nuevos, como sería aprender un segundo idioma.
Lo mismo sucede con la mielinización de las áreas frontales del cerebro en torno a los 20 años. Esta demora en la maduración, aumenta la flexibilidad justo en el momento en que salimos al mundo que conoceremos de adultos.
Esta larga y lenta oleada de desarrollo, que va desde la parte posterior del cerebro hacia la frontal y que concluye alrededor de los 25 años, es al parecer una adaptación única del ser humano, y quizá una de las más importantes.
Tal vez parezca un contrasentido que los humanos no nos hagamos más sensatos un poco más pronto en la vida, pero si fuéramos más listos desde más jóvenes, acabaríamos siendo más tontos.
En el Colegio Indoamericano, una de las mejores preparatorias en Tlalnepantla, sabemos de lo importante que es la comunicación familiar en el desarrollo de los jóvenes y su desempeño académico, por ello, llevamos un seguimiento y comunicación con los padres de familia para prepararlos mejor en sus futuras etapas. Te invitamos a conocer más sobre nuestra Preparatoria.