Comer sano es importante durante la adolescencia ya que los y las jóvenes están viviendo cambios corporales propios de la edad que impactan las necesidades nutricionales de cada uno.
Durante estos cambios en el cuerpo, algunos jóvenes pueden aumentar o bajar de peso mientras el cuerpo se ajusta hacia una fisonomía adulta definitiva. El peligro que enfrentan nuestros hijos en este proceso es caer en la trampa de las famosas dietas que, aunque pueden tener resultados en el momento, pueden traer consecuencias en la salud de tus hijos.
Una alimentación insuficiente pone a un adolescente en peligro de sufrir graves trastornos en su desarrollo que pueden acarrearle enfermedades y padecimientos crónicos. Además, echar mano de una dieta sin supervisión médica puede generar frustración y afectar su estado psicológico al no lograr los resultados deseados.
Asimismo, una deficiencia de vitaminas y proteínas en este período, por ejemplo, puede causar:
Si tu hijo o hija “hace dieta” ya sea para subir o bajar de peso y no lo logra, afectará su autoestima al creer que hay algo mal en su ser, pero no es así. La verdad sobre lograr el estado físico óptimo es que el cuerpo, literalmente, es una máquina compuesta de miles de piezas que si ajustas más o menos afectará el funcionamiento de otras piezas y dependiendo de las miles de combinaciones que le hagas, tendrás resultados diferentes.
Como podrás darte cuenta, hay mil y una combinaciones que se pueden hacer con el cuerpo para lograr diferentes resultados, pero es necesaria la guía de un experto que sepa cuáles piezas ajustar, cómo y cuándo hacerlo.
Esos regímenes a los cuales un adolescente se somete sin supervisión médica, pueden terminar en una enfermedad que deberá atender la vida entera y por ella hacer hasta los más indecibles sacrificios.
Por el simple hecho de ser padre o madre no implica que por arte de magia ya sabrás cómo proporcionar a tus hijos una dieta balanceada o adecuada a sus necesidades.Tienen que informarse juntos sobre los alimentos, la energía y las calorías que aporta, etc.
¿Ves? Para entender esto y contar con una dieta ajustada al estilo de vida y características de cada persona, es importante acudir con un especialista.
Una autoestima no debería enfocarse en ser alta todo el tiempo, autoestima es aceptarse. ¿Tengo kilos de más?, ¿tengo una complexión delgada? Sí, OK. ¿Afecta a mi salud?, ¿qué puedo hacer para modificarlo?
La motivación debe venir desde la perspectiva de cambiar por salud propia y no para complacer lo que los demás quieren o piensan sobre él o ella. Su cuerpo es el único lugar donde puede habitar su espíritu y su alma, por eso debe cuidarlo.
Enséñale a tu hijo que una buena alimentación se traduce en una vida sana, un buen rendimiento en los quehaceres cotidianos y un excelente estado de ánimo.
Si bien es cierto que como adultos pueden tener mayor claridad sobre lo que es sano o no, ir a un nutriólogo les ayudará a tener una dieta mucho más balanceada que les permita bajar o subir de peso de una forma sana.
La supervisión médica es indispensable ante cualquier cambio que se quiere hacer con el cuerpo y la salud.
Observar a tus hijos y tener la información necesaria para ayudarlo o ayudarla te ayudará a anticiparse a posibles problemas causados por una mala alimentación.
>>>Conoce cómo puedes ayudar a tu hijo adolescente<<<
Una excelente relación con tu hijo o hija será el cimiento para que se desarrolle en un ambiente de valores y tome las mejores decisiones.
Por esta razón y preocupados por el sano desarrollo de nuestros alumnos, en el Colegio Indoamericano buscamos la formación integral de los adolescentes implementando programas que fomenten la participación deportiva, cultural y académica.