Exponer en público o frente a muchas personas es un desafío que, en algún momento de nuestra vida, tenemos que enfrentar. De acuerdo con las cifras, se estima que un 75% de la población sufre problemas de ansiedad o nerviosismo durante esta situación, por lo que es muy común cometer varios errores para expresarte efectivamente y comunicar de forma correcta un mensaje.
A continuación, te compartimos cuáles son los errores más comunes que puedes cometer y cómo podrás evitarlos:
Deberás adaptar tu vocabulario y las expresiones utilizadas al público al que te diriges y al tema por tratar. Es importante que tengas en cuenta que al exponer nos podemos dirigir a un público muy diverso, por lo que usar un vocabulario muy técnico hará que pocas personas puedan comprenderlo. Podemos pretender que somos expertos sobre el tema, pero, si queremos que los demás lo entiendan, será mejor explicarlo con nuestras propias palabras.
El tiempo que tienes para poder exponer es importante. Te sugerimos ensayar tu exposición varias veces y anotar el tiempo que tardaste en presentar todo el tema. Una vez realizado este proceso, podrás hacer los ajustes necesarios para poder terminar en el lapso deseado. Incluso, podrás terminar tu presentación 10 minutos antes, para dedicar ese tiempo a resolver las dudas o preguntas del público.
Excederse del tiempo indicado es una descortesía para el siguiente expositor, ya que tomarías parte de su participación. También, si te excedes del tiempo asignado, la concentración en los espectadores comienza a perderse y se perderá de vista el mensaje a transmitir.
Al pararnos a exponer, solemos cometer el error de hablarle a la pared, es decir, miramos a un punto fijo para concentrarnos o bien no sabemos hacia dónde dirigirnos. Para solucionarlo, te sugerimos interactuar con los espectadores a través de preguntas, lo que los obligará a prestarte atención y hará una presentación más activa y participativa.
Otra opción que puedes intentar es hacer una presentación más divertida con personajes o situaciones con las que tu público se puede identificar, lo que generará mayor interés y agilidad.
Cuando no preparamos correctamente nuestra presentación o desconocemos del tema, tendemos a improvisar y no comunicamos correctamente los puntos claves. Improvisar puede llevarte a divagar y no comunicar la información adecuadamente. Para evitar esto, te recomendamos practicar tu presentación frente a tu familia o amigos previamente.
Si improvisas, las personas podrían pensar que no estás preparado en el tema y restarte credibilidad, por lo que también te sugerimos realizar tarjetas donde anotes puntos importantes para tu presentación y apoyarte en ellas continuamente.
Expresar ideas poco concretas, vagas o sin sentido, es un error muy común en expositores que no preparan su presentación. Para evitar caer en esto, intenta poner una sola idea o concepto por diapositiva y explícalas con ideas concretas y breves. Si no queda claro, puedes preparar algunos casos que ejemplifiquen la idea que quieres expresar, lo que te ayudará a expresarte con tus propias palabras.
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