Los adolescentes suelen tener más hambre que en los años previos porque están creciendo y debido a las exigencias académicas queman muchas calorías. Por ello, más que la cantidad, hay que mirar la calidad y variedad de lo que comen nuestros jóvenes.
Existen muchas posibilidades y formas de elaborar un menú saludable. Quizás nos ayude conocer estas pautas:
Es cierto que los adolescentes están en crecimiento y requieren de más energía; sin embargo, es importante que la obtengan de alimentos naturales, no procesados. Las harinas refinadas contenidas en el pan, por ejemplo (sobre todo en los que tienen conservadores), nutren poco al cuerpo y acumulan grasa en zonas donde es difícil de eliminar.
Procura proveer de proteínas y carbohidratos naturales como el arroz, la papa, la avena, el salmón, la leche y los cacahuates.
La grasa es la reserva de energía y todos la necesitamos, aún más durante la adolescencia cuando el cuerpo sufre tantos cambios que literalmente agotan; pero consumirla en exceso, y en particular consumir grasas saturadas y trans como los pasteles, bollos, carnes grasas y salchichas, puede ser perjudicial.
Para sustituir estos alimentos procesados pueden alimentarse mejor con aguacates, nueces, pistaches o huevo.
Agregar un "tentempié" entre comidas es ideal para mantener el metabolismo activo, los niveles de energía óptimos para los jóvenes y quitar la tentación de alimentarse con comidas poco saludables.
Pueden hacer snacks saludables como fruta rebanada con chocolate y nuez espolvoreada, fruta con chile y limón, barritas de amaranto o rollitos de jamón y queso.
Si ya hemos hablado la importancia de realizar no sólo 3 comidas al día, sino 5; ahora debemos hablar sobre la importancia de no saltar ninguna de ellas, sobre todo si son los alimentos fuertes como el desayuno, la comida o la cena.
Saltarse comidas puede provocar un hambre descontrolada, que muchas veces lleva a comer en exceso.
Es importante enseñar a los hijos algo básico: el alimento es el motor del cuerpo y debemos utilizar el mejor "combustible" para funcionar lo mejor posible.
Según estudios hechos por el Instituto Nacional de Psiquiatría, 10% de los jóvenes enfermos con anorexia y 17% de los enfermos con bulimia intentaron suicidarse, pero únicamente el 25% recibió algún tipo de ayuda psicológica.
No enseñemos a nuestros hijos a comer con culpa, mejor enseñemos a comer sano, a expresarnos de diferente forma respecto de la comida y busquemos ayuda de profesionales de la nutrición para darnos "gustitos" sin culpa.
<< Factores de riesgo durante la adolescencia >>
Observar a tus hijos y tener la información necesaria para ayudarlos te podrá anticipar a posibles problemas causados por una mala alimentación como bulimia o anorexia.
>>>Conoce cómo puedes ayudar a tu hijo adolescente<<<
Por esta razón y preocupados por el sano desarrollo de nuestros alumnos, en el Colegio Indoamericano buscamos la formación integral de los adolescentes implementando programas que fomenten la participación deportiva, cultural y académica.