¿Has notado a tu hijo cansado y sin energías? Puede que tenga insomnio, un transtorno del sueño común que afecta a uno de cada tres mexicanos. ¿Cómo le puedes ayudar a superarlo? Empieza por conocer en este artículo más acerca de este problema de salud.
Muchos adolescentes tienen problemas para conciliar el sueño temprano no porque quieran estar sin dormir, sino porque sus cerebros funcionan con horarios tardíos y no están preparados para acostarse y levantarse temprano.
En ese contexto es cuando pueden sufrir de insomnio, cuyos efectos disminuyen su rendimiento escolar pero sobre todo su salud.
Aunque es difícil que de manera directa compruebes que tu hijo tiene insomnio, hay algunos síntomas mediante los cuales se manifiesta este transtorno del sueño, por ejemplo:
Pero... ¿a qué se debe que este problema sea mayor día con día? Existen diversas razones:
Los adolescentes suelen usar dispositivos eléctricos hasta altas horas de la noche. De hecho, investigaciones de la Northwestern University detectaron que la luz de las pantallas interrumpe el escenario natural para el sueño porque los dispositivos electrónicos se usan en distancias muy cercanas al rostro.
Ese tipo de luz puede reprogramar todo el sistema del ritmo circadiano y enviar señales al cerebro del estilo "espera, aún no es el momento de ir a la cama".
Esto causa desórdenes que disminuyen las funciones y la memoria de los adolescentes, así como la consolidación de los aprendizajes. Y es que dormir no solo es una necesidad básica del cuerpo, también es un factor que incide directamente en el rendimiento escolar.
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De acuerdo con Yoaly Arana Lechuga, fundadora de la Clínica de Trastornos del Sueño, los casos de insomnio en adolescentes también tienen que ver con que la falta de hábitos y la nula organización de sus actividades cotidianas, lo que, señala la científica, en parte es responsabilidad de los padres.
Si tu hijo sufre insomnio puedes ayudarle de varias formas. Comiencen por establecer horarios para cada una de sus labores escolares, familiares y personales. Así tendrá tiempo de cumplir con sus responsabilidades y hacer lo que le gusta.
Cuando tu hijo consiga organizarse, al final del día llegará satisfecho y cansado, dispuesto a dormir entre 7 y 9 horas para recuperarse. Y si de manera continua tiene descansos reparadores aprenderá más durante sus clases, estudiará con más concentración y sentirá mayor dominio de sus pensamientos y emociones.
Otras recomendaciones para mejorar el sueño son:
Por último, te recomendamos mantener una óptima comunicación con tu hijo; en caso de que te diga que tiene insomnio o presente algunos de los síntomas antes mencionados, acudan con un especialista. Recuerda que en esta etapa de su vida debes apoyarlo en todo momento para que pueda convertirse en un adulto sano y responsable.
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