Los tiempos difíciles como la pandemia por el COVID-19 traen grandes momentos de dificultad, y con ellos, la oportunidad de aprender lecciones de vida que cambiarán nuestra forma de enfrentar los desafíos de la vida.
Las crisis o las emergencias vienen en todo tipo de formas, sabores y colores. Dependiendo la perspectiva de cada persona, son más o menos graves a su parecer; lo importante es que cualquier crisis crea la oportunidad de nuevas ideas y su tamaño será proporcional al aprendizaje que generará en ti.
Seguramente tus habilidades, conocimientos, inteligencia y resiliencia se verán multiplicados cuando emerjas de los retos que la vida te ponga. De hecho, las raíces de la palabra “emergencia” provienen del latín “emerger” que significa levantarse o salir.
Aquí hay algunas lecciones positivas que los tiempos difíciles pueden traer a tu vida:
La paciencia es el nombre del juego cuando se trata de aguantar las pruebas de la vida. Es cierto que la paciencia es una virtud, y la estás desarrollando durante los momentos críticos de tu vida.
La pandemia por ejemplo, nos ha hecho esperar a regresar a ver a los amigos, esperar para comer en nuestro restaurante favorito, esperar a regresar al colegio, etc.
Sin embargo, debes recordar que, la paciencia no es la habilidad de saber esperar, sino la habilidad de saber mantener una buena actitud mientras estás esperando.
Las crisis reducen nuestra visión de la vida por un tiempo. En esos momentos entonces creemos que la realidad actual será la que perdure a lo largo del tiempo y que nada cambiará.
Los retos nos enseñan a adoptar una visión a largo plazo de las circunstancias, nos retan a ver más allá del momento actual y aprender que todo cambia (lo bueno y lo malo) y que en últimas instancias, vendrán cosas buenas de las experiencias y lecciones de hoy.
Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston descubrió que un sentido de propósito a más largo plazo contribuye al bienestar. Asimismo, el psiquiatra Viktor Frankl, quién fue prisionero en un campo de concentración en Austria, narra en su libro “El hombre en busca del sentido”, que aquellos quienes tenían un propósito en mente, por pequeño que este fuera, lograron sobrevivir.
Solemos dar por hecho todas las cosas que nos rodean, desde la familia y amigos hasta nuestra ropa o el colegio al que asistimos. No notamos lo valiosos que son en nuestras vidas hasta que nos vemos en la dificultad de no poder disfrutarlos al 100%.
Los momentos complicados son oportunidades de expandir tu gratitud por aquellas cosas que sí tienes y que puedes disfrutar. Ya sea que aprecies la compañía de tu mascota, el tiempo prolongado con tu familia o el vínculo que estás creando con tus compañeros del colegio, hay muchas oportunidades para estar agradecido.
La capacidad de adaptarse al cambio constante se llama resiliencia y es, tanto un rasgo de la personalidad, como un músculo que se puede trabajar para convertirse en una habilidad.
El cambio constante de la vida y de los tiempos difíciles puede ser desorientador, y esto es difícil tanto mental como emocionalmente. Sin embargo, las investigaciones muestran que puedes mejorar tu resiliencia al tener una visión clara de la realidad, un sentido de significado y la capacidad de improvisar.
La ausencia de expectativas a veces, puede hacer posible encontrar soluciones efectivas. Cuando no limitas tu visión a “lo que debería ser”, automáticamente podrás ver muchas más oportunidades en el camino.
Si estás viviendo un momento de crisis, de emergencia, de retos o desafíos afróntalo, siéntelo y vívelo, con todo lo bueno y lo malo porque no durará para siempre y ten por seguro que al salir de ese momento turbio habrás aprendido cosas nuevas. La buena noticia es que estos tiempos difíciles pueden ser el catalizador de nuevos hábitos, comportamientos y lecciones.
Recuerda siempre que tener una red de personas que te ayuden y te apoyen es importante. No dudes nunca en acercarte con tu familia o con tus profesores para que te escuchen o para pedirles un consejo.
En el Colegio Indoamericano preocupados por el sano desarrollo de nuestros alumnos, buscamos la formación integral de los adolescentes implementando programas que fomenten un sano desarrollo de su persona.
Nuestro departamento de psicopedagogía ayuda a detectar las razones que pueden llegar a dificultar el desempeño académico de los alumnos, les guía y les aconseja en los temas socioemocionales que perturben su progreso tanto académico, social, emocional y físico.