La dislexia es cualquier cosa menos un trastorno raro: se estima que afecta al 10% de la población, o 700 millones de personas en el mundo. El problema está en las representaciones fonéticas del cerebro, que se distorsionan en los disléxicos.
Un estudio de imagen cerebral con 22 voluntarios sin este trastorno y 23 disléxicos demuestra ahora que la verdadera razón de la dislexia es un déficit en su conexión con las otras 13 áreas cerebrales implicadas en el procesamiento de alto nivel del lenguaje.
La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y específico, que se da en niños que no presentan ningún impedimento físico, psíquico ni sociocultural.
Según el periódico digital El País, unos 700 millones de personas, es decir, el 10% de la población mundial, es disléxica; afectando mayormente a los hombres que a las mujeres. Indica también que, es habitual que los disléxicos además, presenten hiperactividad, dispraxia o déficit de atención asociados al transtorno.
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En idiomas como el español es más difícil su diagnóstico, pues nuestro idioma tiene una fonética más regular. En inglés, por ejemplo, a una letra pueden corresponderle varios sonidos, por lo que su diagnóstico puede ser descubierto a temprana edad.
Por ello, es importante mantenerte alerta e identificar si tu hijo tiene dislexia. Como primeros indicios puedes detectarlo por medio de estos 7 pasos, pero recuerda que ninguno de ellos reemplaza el diagnóstico médico.
Si a tu hijo le costó trabajo aprender a leer y escribir de niño puede ser una alerta roja. Quienes tienen esta afección son niños con una inteligencia apropiada a su edad pero que presentan dificultades en las tareas relacionadas con letras.
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En este caso omite, sustituye, hace adiciones, invierte, rota, une y fragmenta palabras, etc; cometen errores de cambio de consonantes que suenan igual como la G y la J; omiten los acentos y signos de puntuación; la sintaxis también suele ser muy mala.
Un adolescente con este padecimiento suele tener un pensamiento predominantemente visual por encima del lingüístico. Aprende mejor con imágenes como mapas mentales, mapas conceptuales, esquemas o fichas.
Además de las dificultades lectoras y escritoras, un adolescente con dislexia suele tener dificultades con el léxico (encontrar palabras, por ejemplo, que empiecen por una letra determinada) o presenta un vocabulario más bajo de lo esperado.
Son desordenados pues tienen dificultades en la planificación y priorización de tareas. Tienen buena memoria a largo plazo pero baja memoria de trabajo, por lo que pueden tener olvidos de información fácilmente. Suelen tener una baja aceptación a los cambios y les cuesta adaptarse.
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El desconocimiento de lo que le pasa hace que se sienta inferior a sus compañeros, mermando su autoestima y generando problemas emocionales como ansiedad, depresión, trastornos de conducta, problemas alimentarios y de sueño, somatizaciones (malestar físico fruto de la tensión psíquica), etc.
Si identificas en tu hijo varios de los síntomas anteriores, es importante que busques a un especialista en neurodesarrollo y te apoyes en la prepa de tu hijo para conocer más sobre su comportamiento dentro del aula. Es importante hacer un diagnóstico para evitar las secuelas emocionales que, en muchos casos, perduran toda su vida.
En el Colegio Indoamericano nos preocupamos por nuestros alumnos, por ello, contamos con programas que fortalecen sus capacidades cognitivas y de compresión, además mantenemos una relación cercana con la familia para detectar situaciones que requieran de una especial atención.
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