Debido a la escuela en casa, los jóvenes ahora pasan mucho más tiempo en sus dispositivos electrónicos navegando en internet, en redes sociales y en videoconferencias.
El internet nos ha ayudado a reducir el impacto que el confinamiento y el distanciamiento social ha traído a la vida de los jóvenes, pero ¿cómo podemos minimizar los riesgos que existen en internet para los adolescentes? Aquí te damos 9 consejos.
Es importante actualizar los sistemas operativos de laptops, celulares y tablets. La mayoría de los sistemas operativos de celulares se actualizan automáticamente por la madrugada, pero nunca está de más verificar que tengas instalada la versión más actualizada.
Las laptops y tablets suelen enviar notificaciones de que una actualización es requerida. Es una buena práctica hacerlo mientras el dispositivo está conectado a la corriente eléctrica y al WiFi. Lo primero para que no se llegue a apagar el aparato en medio de la actualización, y lo segundo para no gastar los datos, pues las actualizaciones suelen ser pesadas.
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Es importante también actualizar las aplicaciones pues en cada nueva versión se mejoran aspectos tanto de usabilidad y rendimiento como de seguridad.
Mantener los dispositivos actualizados ayuda a reducir al máximo la posibilidad de que las descargas de archivos de internet o el uso de páginas web maliciosas se aprovechen de la vulnerabilidad del equipo tecnológico.
Los ciber atacantes suelen utilizar el envío de correos electrónicos o mensajes para incluir ligas que supuestamente contienen información urgente o relevante para enganchar a los usuarios y que den clic. Al abrirlo, el virus entra al dispositivo y puede robar información por la que se pedirá “rescate”.
Si no conocen a la persona u organización que envía el mensaje de correo o del tipo que sea, no hagan clic en los enlaces ni abran los archivos adjuntos.
Comprueben también si hay alguna anomalía en la redacción del mensaje: con frecuencia contienen errores tipográficos o suenan mal. Si el mensaje procede, supuestamente, de una organización conocida, pero dudan de su autenticidad, vayan a la página de la organización en cuestión, en lugar de abrir la información adjunta al mensaje de correo.
Verifiquen la configuración de la información que Google puede recopilar del comportamiento en internet y lo que otros pueden ver de ustedes en redes sociales.
De Google, por ejemplo, pueden desactivar la ubicación y el historial de navegación; de Facebook o WhatsApp pueden restringir quién puede encontrarlos o si pueden ver sus fotografías y actualizaciones.
Mantengan las cámaras web cubiertas cuando no estén en uso. No es tan común y se requiere de un software especial, pero, aún así hay cierta probabilidad de que algún atacante acceda a la cámara web y observe su actividad.
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Tengan cuidado con los recursos educativos en línea gratuitos. Nunca se debe proporcionar una foto o su nombre completo para usar estos recursos.
Recuerden siempre que los datos personales como el nombre completo, el correo electrónico, el número celular, la dirección y otra información delicada deben compartirse lo menos posible y nunca hacerlo con extraños o gente recién conocida.
Hay que ser conscientes del comportamiento que se tienen al usar internet y pensar dos veces antes de compartir cierto tipo de fotografías o videos, porque aunque se borren de los dispositivos electrónicos siguen siendo rescatables para quienes tienen el conocimiento suficiente para acceder a ellas en la nube.
Eliminen todas las cuentas y desinstalen todas las apps que ya no utilicen. Entre menos información relacionada con tu hijo haya en el internet, menor probabilidad de que puedan usarla incorrectamente o sea robada.
Cada 3 a 6 meses es prudente cambiar las contraseñas de todas las cuentas en internet para evitar que sean adivinadas fácilmente por los atacantes. Es importante recordar usar la combinación de letras, números, mayúsculas y símbolos de forma no consecutiva para elevar el grado de seguridad de la contraseña.
El reto aquí es tener el hábito de anotar las nuevas contraseñas en un lugar seguro para posteriormente, no estar sufriendo por no recordar cuál es la nueva contraseña para cada cuenta.
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Las circunstancias mundiales relacionadas con la pandemia nos han obligado a modificar nuestros hábitos diarios tanto escolares como personales a un comportamiento más virtual, y tal vez, para siempre.
Por ello, es importante mantener a nuestros hijos y a nosotros mismos seguros en las actividades digitales que realizamos, mantenernos siempre muy atentos al comportamiento de nuestros hijos y detectar cualquier cosa anómala mientras navegamos en internet.