¿Cómo influye la familia en el rendimiento escolar?

La adolescencia es la etapa de la vida que supone una transición de la niñez a la adultez. En ella se experimentan cambios biológicos, cognitivos y afectivos, que a su vez plantean desafíos éticos, morales e incluso sociales. También es un proceso en el cual tu hijo forjará su identidad, asumirá ciertos valores y desarrollará un proyecto de vida.

Para el buen desarrollo de nuestros adolescentes es sumamente importante considerar la interacción que tenemos con ellos y el ambiente familiar en el que están inmersos, puesto que tienen un impacto directo y proporcional en su estabilidad personal y académica.

En el contexto actual derivado de la pandemia por COVID-19, el entorno escolar y el entorno familiar comparten un mismo espacio: la casa. Esto supone un nuevo reto para los jóvenes, dado que en su día a día les resulta más complicado sentirse parte de una comunidad escolar, además de que la interacción sólo es en línea y el resto de la familia tiene sus propias actividades.

Por tales motivos es importante que te preguntes si alguna situación por la que atraviesa tu familia podría estar afectando el rendimiento escolar de tu hijo. A partir de esa reflexión considera las siguientes variables que pueden influir en el desempeño escolar de cada estudiante.

¿Qué circunstancias familiares influyen en en el rendimiento escolar de mi hijo?

1. Situación general. Mantén una estabilidad con tu pareja, así como en el trabajo y en la forma de administrar los recursos económicos. Entre menos problemas coexistan en casa, más probable será que tu hijo se concentre en sus estudios.

2. Ambiente familiar. Procuren tener las necesidades básicas cubiertas, así como vivir en una colonia donde la violencia no sea una constante. Asimismo, juntos permítanse construir un ambiente sin maltrato físico o emocional, cualquier tipo de abuso o abandono.

3. Desafíos. Hay retos que puedes plantearle a tu hijo, y que no necesariamente tiene que lograr por completo. Incluso si eso le genera algún tipo de frustración, con tu ayuda puede aprender a tolerarla y entender que en la vida no siempre las cosas salen como uno quiere.

4. Entorno recreativo. Aunque en este momento los lugares de esparcimiento y recreo como deportivos, centros culturales y recreativos están cerrados, es importante que tu hijo pueda acceder a ellos con facilidad una vez que termine la contingencia sanitaria.

5. Recursos educativos. Como parte de la educación en línea es muy importante que tu hijo disponga de libros, materiales didácticos y dispositivos electrónicos que le faciliten la adquisición de aprendizajes significativos.

6. Diversidad de experiencias. En la medida de lo posible, y bajo la consideración de las circunstancias familiares y sociales, realicen viajes en familia. Motiva la curiosidad de tu hijo a través de la estimulación de todos sus sentidos; ayúdale a reconocerse a través de su interacción con el mundo y con las personas.

7. Conexión entre la familia y la sociedad. Compartan puntos de vista acerca de noticias, eventos o acontecimientos que consideren importantes en el devenir de su comunidad o del mundo. Enséñale a conectar las situaciones familiares con las sociales, a fin de que en todos lados pueda replicar las buenas prácticas que ejercite en casa.

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8. Aceptación. Aprendan de manera conjunta a hacer valoraciones de ideas, opiniones, actitudes y preferencias, no de las personas. Empiecen por ustedes y eviten la recriminación, la ridiculización y los castigos físicos. 

9. Afecto. Las manifestaciones físicas de afecto entre padres e hijos son vitales para el bienestar colectivo. Dedícale tiempo a tu hijo: compartan actividades o conversaciones en las que ambos puedan sentirse cómodos, se conozcan e interactúen de manera divertida y cariñosa.

10. Interés educativo. Involúcrate en la educación de tu hijo: conoce el sistema educativo del que forma parte, así como las características de la escuela de la que forma parte. Investiga qué asignaturas lleva, en qué plan de estudios está y cuál es el método de trabajo que ahí se lleva a cabo. En la medida de lo posible ayúdale a resolver dudas o encontrar soluciones a los retos escolares que no sepa cómo enfrentar.

11. Empatía. Consideren los deseos, intenciones, estados emocionales y perspectivas de cada uno de los miembros de la familia. Traten de ponerse en el lugar del otro para que valoren lo que cada uno hace y entiendan su perspectiva con respecto a una situación determinada. Recuerden que todos son falibles; lo importante es que se apoyen para que juntos obtengan crecimiento personal y familiar.

12. Comunicación asertiva. Esto implica no sólo que hablen, sino que como familia se tomen el tiempo suficiente para conversar sin prisas, comprender lo que cada quien siente y piensa. A partir de ello podrán generar una confianza colectiva que les brinde seguridad a la hora de expresarse para establecer acuerdos tanto en el interior como en el exterior de su casa.

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13. Medidas disciplinares. Las correcciones sobre conductas específicas tienen que ponderar el diálogo y el razonamiento. Trabajen en soluciones de conflicto que convengan a todas las partes. Permítele a tu hijo equivocarse y aprender de sus errores; fomenta que se haga responsable de sus acciones, ésa será la mejor forma para que piense antes de actuar.

14. Autonomía. Enséñale a tu hijo estrategias para hacerse cargo de sí mismo en aspectos que le dan estructura y mediante los cuales forme hábitos, por ejemplo: su ropa, su cuarto, sus trastes y sus tareas escolares. Mediante esas actividades él podrá valorar todo lo que le das, y a la par será más independiente, seguro y capaz de llevar a cabo lo que se proponga.
15. Exposición a los medios. Supervisa los contenidos a los que tiene acceso tu hijo, no con el fin de prohibirle algo sino de ayudarle a entender cada tipo de contenido, a partir de lo cual podrá ir formando su propio criterio. Por ende, es imprescindible fomentar que mantenga una actitud crítica sobre toda aquella información que recibe.

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El Colegio Indoamericano en la adolescencia de tu hijo

En síntesis, al interesarte en todos los ámbitos de la vida de tu hijo podrás ayudarlo particularmente en su rendimiento escolar. No olviden establecer metas diarias y semanales que le faciliten el aprendizaje y la entrega a tiempo de tareas y trabajos.

En el Colegio Indoamericano sabemos lo importante que es la comunicación familiar en el desarrollo físico, académico y mental de nuestros jóvenes. Por eso llevamos un seguimiento con los padres de familia para prepararlos y acompañarlos durante este proceso.

Adicionalmente, nuestro departamento de psicopedagogía se encarga de estar alerta de las conductas de nuestros jóvenes, a fin de procurar siempre su mejor rendimiento escolar.