¿Sabías que existen razones científicas por las cuales los jóvenes suelen tomar malas decisiones? Su desarrollo cerebral hace que sean menos maduros para elegir en situaciones de mucha tensión. No obstante, aquí les damos 5 consejos para mejorar al respecto.
De acuerdo con algunos estudios cerebrales realizados a adolescentes, retomados por Business Insider, el lóbulo frontal, responsable de la toma de decisiones, el control de los impulsos, la búsqueda de sensaciones, las respuestas emocionales y el pensamiento consecuente, no termina de desarrollarse sino hasta los 20 años de vida.
Las decisiones importantes que se toman en la adolescencia, como la elección de una carrera universitaria, definen el resto de la vida, puesto que sientan las bases sobre las cuales los jóvenes pueden alcanzar la plenitud mental, física e incluso espiritual.
No obstante lo anterior, si eres adolescente puedes poner en práctica los siguientes 5 consejos, y de esa forma ayudar a tu cerebro a que madure y te permita tomar más y mejores decisiones.
1. Define con claridad el problema
Sabemos que mientras estás inmerso en una problemática todo parece muy complicado y confuso, pero antes de ceder ante la angustia, respira y trata de identificar claramente cuál es el problema.
De esta forma sabrás específicamente qué es lo que tienes que resolver o cuál es el objetivo que pretendes alcanzar. Recuerda: enfócate en un problema a la vez.
2. Recopila la información necesaria
Ahora que ya sabes específicamente a qué te enfrentas, es momento de que busques toda la información posible acerca del asunto. Además, para ampliar tu perspectiva es importante que tengas distintos puntos de vista sobre la situación.
De la información que reúnas, la cual puede ser de distintas fuentes, selecciona solo aquella que está directamente relacionada con el problema. Entre más calificada esté la fuente de donde procede, más beneficios podrá brindarte.
3. Revisa distintos escenarios
Una vez que cuentas con las diferentes perspectivas y la información precisa, ahora puedes realizar un esquema —físico o imaginario— con los caminos que puedes tomar y sus respectivas consecuencias.
Evalúa los pros y contras de cada opción: estudia las probabilidades de éxito, tus gustos y sobre todo si el resultado proyectado se adecúa a lo que estás buscando o necesitas.
Cabe mencionar que si bien eres libre de elegir sobre tu vida, también tienes que hacerte responsable por las decisiones que tomes en el ejercicio de esa libertad.
4. Crea un plan de acción
En este punto define cómo actuar: elige un modo de actuar y revisa si es factible.
Define los pasos para ejecutar tu decisión, especialmente si es compleja o requiere de muchos elementos para llevarse a cabo.
No olvides que si bien es muy importante seguir el plan de cualquier cosa, también hay que saber adaptarse a las circunstancias, ser ágil frente a los cambios e improvisar en caso de ser necesario.
5. Actúa ahora
Una vez que has delimitado perfectamente lo que quieres y que ya conoces los distintos caminos, así como las consecuencias de cada uno, entonces es momento de actuar lo antes posible.
Si ya tienes todas las herramientas para justificar una decisión y tomarla, no te demores sobrepensando. Mientras más tardes en actuar es más probable que veas problemas donde no los hay, lo que te puede causar ansiedad.
Asimismo, es importante que poco a poco aprendas a reconocer aquellos momentos en los que es más adecuado alejarte de un grupo o no dejarte influir por la presión de las personas, aunque eso implique no obtener lo que deseabas.
No estás solo
Pide consejos o ayuda cuando así lo sientas; no hay nada de malo en hacerlo, puesto que no siempre tienes que tomar las decisiones solo. Por eso es muy válido apoyarte en tu familia o en tus profesores, quienes son parte de tu entorno más cercano.
En el Colegio Indoamericano somos especialistas en el desarrollo integral de los adolescentes, por eso tenemos un modelo educativo flexible que puede adaptarse a las circunstancias de vida de cada uno de nuestros estudiantes.