¿Cómo ayudar a tu hijo a ser resilente y resistir la frustración?

Existe un término llamado resiliencia y es la capacidad de adaptarse con el tiempo a las situaciones que cambian dramáticamente la vida y que aumentan el estado de tensión. El término proviene del latín resilio, es decir, volver atrás, dar un salto o rebotar y fue acuñado por Michael Rutter, el padre de la psiquiatría infatil, en 1972.

 La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión. Significa "rebotar" de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte. Ser resiliente no quiere decir que la persona no experimenta dificultades o angustias. El dolor emocional y la tristeza son comunes y, de hecho, el camino hacia esta capacidad está lleno de obstáculos.

La resiliencia incluye conductas, pensamientos y acciones que pueden ser aprendidas y desarrolladas por cualquier persona. Si tu hijo logra ser capaz de experimentar distintas  emociones adversas sin reaccionar negativamente, ni  afectar de manera permanente sus sentimientos, se volverá  resiliente.

Para ello, te damos algunos consejos para fomentar la resiliencia en la adolescencia:

• Acepta sus emociones

Hay muchas cosas sucediendo en la vida de un adolescente y todo puede parecerle confuso. Reconoce como válidas sus emociones, incluso las negativas, ya que es normal que estén al máximo, así sea felicidad, tristeza o enojo.

Permítele sentir, no endulces sus emociones ni intentes evitarlas con distracciones.

Esta es la única forma en que aprenderá a reconocerlas e identificar las sensaciones que le producen, lo que tendrá como consecuencia un mejor manejo de las mismas.

• Establece límites

Justo porque tu hijo se encuentra en una etapa de autoconocimiento, puede no reaccionar de la mejor manera. Es en este punto donde tu guía es necesaria para que conozca las mejores maneras de reaccionar ante diferentes emociones.

Puedes hacerle saber que lo entiendes y sabes que es difícil la situación por la que está pasando, pero reaccionar gritando o tomar decisiones mientras tiene las emociones a tope no lo llevará a actuar de la mejor manera.

<< ¿Ser padre o amigo de mi hijo?>>

• Déjalo resolver sus problemas

Tal vez creas que evitarle el sufrimiento y resolverle la vida sea una señal de que eres un excelente padre o madre, pero no es así. Por el contrario, esto lo hará incapaz de enfrentar y abordar sus problemas.

Permítele equivocarse para que pueda aprender y saber qué hacer la próxima vez que se encuentre en una situación similar.

• Intervén cuando sea necesario

Distingue qué conflictos son los que tu hijo puede resolver solo y cuándo es necesaria tu participación para darle una guía y acompañarle de cerca. Por ejemplo, en caso de bullying, acoso, drogas o depresión, tu intervención debe ser inmediata.

<<Sexting, un conflicto riesgoso – actúa rápidamente>>

• Permítele escuchar su intuición

Si invitas a tu hijo a creer en su propia sabiduría en lugar de decirle qué hacer para ser más consciente de sí mismo, fomentarás su relación con sus propios instintos, lo que le servirá de guía para una vida satisfactoria. 

<<Desarrollar la inteligencia emocional en la prepa>>

• Considera el conflicto y las emociones como algo bueno y normal

La regla de oro para la educación de tu hijo es: enseñar con el ejemplo. Acepta tus propias emociones para que tus hijos hagan lo mismo de forma natural.

Las reacciones vinculadas a la ira o la ansiedad hacen que una persona se vuelva impulsiva y se sienta abrumada o ensimismada. Evita reaccionar negativamente en estas situaciones para no dar paso a lo anterior.

• Anima a tus hijos a sentir

Una vez que seas capaz de permitirte sentir tus propias emociones, no trates de evitarlas e invita a tus hijos a sentir las suyas, incluso las difíciles, para nutrir una vida rica y satisfactoria.

Hazle ver a tu hijo los beneficios de vivir una vida honesta y real en lugar de una frustrada y rígida, aunque sea dura a veces.

• Dale la oportunidad de equivocarse

Debes comprender que los errores y fracasos son partes esenciales del proceso de aprendizaje y maduración de los individuos. Nadie ha tenido éxito sin conocer el fracaso. 

El método de prueba y error es la única manera que los seres humanos tenemos para aprender. Bien dicen que “nadie experimenta en cabeza ajena”. Aunque nunca está de más compartirle tu experiencia, cuando tu hijo se equivoque no le digas “te lo dije”.

En el Colegio Indoamericano, trabajamos de la mano con los padres de familia para lograr la formación integral de los jóvenes, implementando programas que fomenten la toma asertiva de decisiones, así como mayor participación deportiva, cultural y académica.

Te invitamos a contactarnos y conocer más del INDO, una de las mejores preparatorias en Tlalnepantla y todo el Estado de México.