A todos nos ha costado trabajo encontrar motivaciones para estudiar, especialmente para esas materias que menos nos gustan, o que se nos complican más. La clave no sólo consiste en encontrar los incentivos correctos, sino adaptar el espacio, físico y mental, para cultivarlos.
Para generar hábitos de estudio, como muchas otras actividades, es necesario comenzar desde un punto de partida, una planificación y una metodología con la cual guiemos nuestro trabajo. Por último, necesitamos de objetivos.
Aquí te compartimos 10 consejos para encontrar la motivación necesaria para estudiar.
1. Programa una sesión de estudio
Elige las materias a estudiar y asígnales un tiempo para hacerlo. Te sugerimos ordenarlas según su prioridad, de esa manera, conforme vayas avanzando y adelantando tareas te sentirás más motivado y realizado.
2. Crea una rutina
De la misma forma como nos da hambre o sueño a determinada hora, puedes hacer que tu mente esté mejor preparada para el estudio si repites tu programa con frecuencia. Tal vez al principio sea complicado, pero poco a poco notarás cómo desaparece la pereza que te produce sentarte y abrir los cuadernos.
3. Encuentra el tiempo y los espacios ideales
Cada persona rinde mejor en horarios y lugares diferentes. Debes reconocer cuál es el horario y el entorno ideal para estudiar.
Habrá algunas personas que con música pueden aprender mejor, o que encuentran la biblioteca un espacio más cómodo. De igual forma, es posible que algunos se puedan concentrar más por las tardes o durante las primeras horas de la noche. Por ello es importante encontrar el contexto y el horario en que te sientes mejor para comenzar a hacer rutina.
4. Adecúa tu espacio de estudio
Asegúrate de tener todo lo necesario para estudiar o realizar tus tareas. De lo contrario podrías perder tiempo buscando tus cosas, lo que quitará tu foco a las asignaturas y te costará más trabajo llevar a cabo tu sesión.
Te recomendamos que los lugares donde trabajes tengan cierto orden y estén limpios, pues así evitarás distracciones y te sentirás más cómodo.
5. Establece metas pequeñas y realizables
Los primeros pasos suelen ser los más complicados; una forma de aligerarlos es estableciendo pequeñas metas u objetivos. En semanas de exámenes o trabajos finales, cuando el volumen de estudios se intensifica, esta estrategia resulta muy efectiva, pues creas objetivos de alcance inmediato, por lo que la sensación de realización será más rápida y mantendrás la motivación alta.
6. Primero lo más difícil
Cuando comenzamos una tarea es cuando más energía tenemos, por ello, es mucho más eficaz realizar primero aquellas actividades más complejas, o estudiar las materias que te resulten más tediosas. De lo contrario, si las dejamos para el final, es muy probable que no te queden ganas, ni fuerzas, lo que te dará la sensación de que son más complicadas de lo que realmente son.
7. Asume que habrá estrés
El estrés, aunque a nadie le guste, es un estado que no podemos eliminar de nuestras vidas, pero sí aprender a manejarlo. Incluso, experimentar un mínimo nivel de estrés no es perjudicial, por el contrario, nos ayuda a mantenernos activos y atentos a lo que estemos haciendo.
La clave está en lidiar con éste, pues mucho estrés puede hacer que nos saturemos y que la ansiedad que lo acompaña nos impida concentrarnos y realizar bien nuestro trabajo.
8. Evita postergar tus tareas
Postergar o procrastinar son de los peores enemigos a la hora de emprender una tarea. Cuando estamos por realizar algo que no nos apetece, es común que encontremos cualquier pretexto para aplazarlo y sustituirlo para hacer otra cosa menos importante. Para evitarlo, la clave está en la fuerza de voluntad; no hay remedio mágico, sólo hay que proponerse y realizar las tareas.
9. Premiarse
Una vez hayas terminado la sesión de trabajo o de estudio prémiate con pequeñas recompensas.
Para que esta táctica tenga los efectos deseados, te recomendamos establecer la recompensa de antemano, así estarás motivado durante el tiempo de trabajo.
De igual forma, el premio debe ser proporcional a la dificultad de la tarea o al esfuerzo. Si crees que no tuviste el rendimiento deseado no te premies, de lo contrario no tendrá ningún efecto cuando lo hagas.
10. Piensa en metas a largo plazo
Estas técnicas funcionan especialmente para iniciar a desarrollar mejores hábitos de estudio, pero no tienen el alcance de una meta a largo plazo. Reflexionar por qué estudiar, qué carrera quieres cursar en la universidad, a qué profesión quieres dedicarte, son objetivos a mediano y largo plazo que mientras más claros los tengas, más fácil será crear dichos hábitos y encontrar motivación, en especial para momentos complicados.
Estos consejos son sencillos y efectivos, y te ayudarán a mejorar tu rendimiento académico, no sólo en la Preparatoria, sino en estudios superiores.
Si deseas otros consejos de estudio para mejorar tu desempeño mientras cursas la Prepa, suscríbete a nuestro blog o visita nuestra página y descubre las ventajas académicas que ofrece el Colegio Indoamericano, una de las mejores preparatorias en Tlalnepantla.