Alrededor de la salud mental siempre se habla de síntomas y asuntos físicos relacionados con el funcionamiento del cerebro y de la conducta. Sin embargo, pocas veces se profundiza en cuánto importa el aspecto social en la salud mental.
La salud mental requiere tener una perspectiva social, dado que las personas estamos inmersas en contextos que condicionan, tanto de manera positiva como de manera negativa, nuestras acciones y la manera en la que percibimos el mundo y estamos en él.
En ese sentido, la salud mental de los adolescentes que cursan la preparatoria debe ser atendida desde una visión más amplia que considere:
- ¿Cómo viven?
- ¿Qué situaciones familiares atraviesan?
- ¿Cuál es el contexto económico-político-social del territorio que habitan?
Consecuencias de los problemas sociales en la salud mental
Son muchas y diversas las formas en las que los problemas sociales afectan nuestras vidas. Y para hacer algo al respecto primero es importante conocer algunas de ellas:
- Aumenta la violencia que cada persona siente y vive tanto al interior de su ser como hacia las personas con quienes convive a menudo o incluso aquellas a las que sólo se encuentra de manera casual en algún espacio público.
- Se debilita la conexión con el mundo, de modo que disminuyen nuestras ganas de convivir, llegar a acuerdos, entender al otro y construir a partir del respeto por las diferencias y la celebración de las semejanzas.
- Merma el tejido social, lo que debilita las redes de apoyo comunitarias que sirven para exigir cambios, protestar por injusticias y luchar por establecer modos más sanos de relacionarse.
A su vez, estas consecuencias llevan, en mayor o menor medida, a cada persona al aislamiento y a sentir poca empatía, angustia, soledad, así como a estar propenso a ceder ante distintos factores de riesgo.
Retos de la salud mental en México
Entre los retos que tiene el sistema de salud mexicano para contribuir al bienestar mental de las personas destacan los siguientes.
- Aumentar el presupuesto, hasta ahora nulo o escaso, para políticas públicas de psicoeducación no sólo reactivas sino preventivas.
- Asociar la salud mental a las crisis sociales; es decir, entender que las distintas violencias y problemas (pobreza, desigualdad, racismo, clasismo, misoginia, cambio climático, pandemia, etcétera) que se manifiestan en el país afectan no sólo física sino mentalmente a quienes las viven.
- Ampliar el acceso a servicios de salud mental, ya que es todavía más complicado que el de la salud de otras partes del cuerpo, por lo que no todas las personas tienen el tiempo, la paciencia o los recursos para esperar su turno o asistir a centros y servicios especializados de alto costo.
En ese sentido, los adolescentes requieren más información y herramientas, desde los espacios públicos como los escolares, para entender por qué es importante su salud mental y cómo pueden cuidarla.
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Aspectos personales de la salud mental
No obstante que los problemas de salud mental, diagnosticados o no, dependen más de los factores sociales abordados en este artículo, sí hay algunas cosas que están en tus manos al momento de controlar los cambios emocionales y buscar un bienestar integral:
- Tener conciencia de que la salud mental, al igual que la salud física, también requiere un esfuerzo continuo.
- Cada persona tiene la posibilidad de tomar caminos distintos para encontrar cierta estabilidad emocional: ir a terapia, participar en cursos, crear vínculos desde el respeto y el amor, hacer ejercicio, escribir sus emociones en un cuaderno, realizar mindfulness, por poner algunos ejemplos.
- Hablar con personas cercanas y/o profesionales que puedan escucharte sin juzgar e incluso darte algunas recomendaciones al respecto de lo que cuentes.
Hablar de la salud mental desde el aspecto social es clave para que se le dé la importancia que tiene este aspecto de nuestras vidas, el cual continúa siendo visto desde algunos tabúes y estigmas.
En el Colegio Indoamericano nos ocupa la formación integral de nuestros estudiantes, por eso contamos con programas que impulsan sus capacidades intelectuales y emocionales. De esa forma también les ayudamos a tomar decisiones responsables y acertadas tanto en el presente como de cara a su vida adulta.